Chavales
esto va viento en popa y nunca mejor dicho hoy el viento me facilito las
subidas a estas dichosas laderas como llaman aquí.
Salí de
Goiana sobre las 7:30 de la mañana pensando que no llegaría a Recife hoy, pero
aquí tiene que haber un problema con las medidas, la cuestión es que llegue a Recife,
pedazo de ciudad enorme, edificios gigantes a escasos 50 metros de la playa, la
verdad que no es de mi agrado pero creo que aquí la ley de costas no funciona
como en España.
Sigo
sufriendo el calor soporíferos este, ya no se si seguir poniéndome protector
solar o directamente rebozarme en manteca.
La
carretera por la que voy (br-101) no es muy buena para ir en bici, le falta
unas cuantas cosas , líneas de señalización y lo mas importante no tiene arcén,
lo cual me hace ir mas despacio al tener que estar mirando atrás cada dos por
tres, los coches no respetan mucho a los ciclistas y no lo digo yo sino un policía
federal con el cual hable un rato al hacer una parada en un puesto policial
para degustar un sándwich de jamón y queso que me hice en un plis-plas.
Ese
mismo policía me dio unas cuantas señas de Recife y fue él quien me dio la sorpresa
de que tenia Recife a tan solo 35 km, por lo tanto reanude la marcha con mas
ganas, después de unas paradillas mas para rellenar mis bidones de agua, por
fin llegue a Recife previo paso por Olinda, como ya dije al principio menudo
sitio los edificios no dejan ver el horizonte construcciones monstruosas.
La playa de Boa viagem es la mas conocida o popular aquí en Recife, pero los mas gordo es que solo te puedes bañar hasta las rodillas, aquí señores hay tiburones y las señales que invaden la playa bien lo indican. Tras recórrela en entera por el magico, encantador y confortable carril bici llegue a una iglesia azul, la cual estaba incrustada entre unos edificios gigantes y en sus alrededores había como un mercado artesanal donde encontré al compañero de Ana, una amiga con la que conviví en la casa de Joao pessoa, y con el y sus amigos me quedare a dormir allí.
La playa de Boa viagem es la mas conocida o popular aquí en Recife, pero los mas gordo es que solo te puedes bañar hasta las rodillas, aquí señores hay tiburones y las señales que invaden la playa bien lo indican. Tras recórrela en entera por el magico, encantador y confortable carril bici llegue a una iglesia azul, la cual estaba incrustada entre unos edificios gigantes y en sus alrededores había como un mercado artesanal donde encontré al compañero de Ana, una amiga con la que conviví en la casa de Joao pessoa, y con el y sus amigos me quedare a dormir allí.