Hasta los Camellos caen |
Hola de Nuevo gente hoy estoy en Guelmin así que os resumo de nuevo estos días en un
breve resumen con lo más interesante que paso.
Bueno os cuento lo de Driss su familia sus amigos y un poco
lo que paso en Bouizakarne .
Después de pedirle a Driss un sitio para dormir hotel,
hostal o algo por el estilo, su contestación fue que no pero que le acompañara
a un jardín a descansar y hablar un poco, al principio no me hizo mucha gracias
ya que desconfio mucho de la gente, pero durante el tiempo que estuvimos en el jardín
me di cuenta de que él lo que quería era saber de mí y analizarme para
finalmente ofrecerme todo, digo todo porque lo hubiera dado todo por mi bien
estar en mi estancia. Así fue, una charla de un par de horas y luego me ofreció
su casa su comida su cena su té su cama todo chavales todo.
Al llegar a su casa lo primero que hizo fue presentarme a
sus hermanos uno mayor que es profesor en una escuela y otro menor que está
estudiando en Agadir a su madre no me la presento porque en sus costumbres las
mujeres no pueden ver los invitados algo que me fastidio mucho porque me
hubiera gustado agradecerle todo lo que hizo por mí pero no la vi ni de refilón
nada.
Deciros que Driss está licenciado en económicas tiene 25
años y trabaja en el campo bueno tiene varios campos que le dejo su padre que
ya no está, pero a mí me marco muchísimo esta experiencia ver un licenciado en económicas
trabajar en el campo porque no hay trabajo de lo suyo nose pero es muy duro, y más
para un chaval que lo ves y te dan ganas de salga adelante y viva una mejor vida,
pero las cosas aquí no van igual que en occidente. Aquí Driss ya tiene su faena
que es su campo sus cabras sus vacas y nada más, horas y horas sin hacer nada y
nada es sentarse en un tronco de palmera y que pasen las horas así es, lo malo
que Driss no quiere eso y se plantea nuevas metas las cuales son emigrar él y
su mejor amigo Abdalah que es ingeniero agrónomo y también está sin hacer nada.
Cuando escuchas sus historias te dan ganas de buscarles trabajo o llevártelos contigo
pero yo no puedo y solo les puedo escuchar
y decirles que si realmente quieren algo que luchen por ello.
En el tronco de Palmera |
Ahí estábamos los tres sentados en tres pedrolos hablando
del porvenir y la situación que tienen,
deciros que son gente bereber y son muy
pero que muy amables y te comentan sus problemas solo para escuchar tu opinión y
encima te lo agradecen algo que nunca he visto.